jueves, 23 de octubre de 2014

Sayonara Locky...

Muy frecuentemente suelo pensar que las cosas que mas quiero o están muy lejos, o se alejan o terminan muriendo. La verdad es que me ha pasado lo mismo siempre desde que pise por primera vez este mundo y es algo a lo que no logro acostumbrarme.

Llegaste a mi vida en el 2001, elegirte fue muy sencillo, te quise desde que te vi y de alguna forma supe que formarías parte de mi vida y que estarías en muchos capítulos a mi lado y hoy me cuesta despedirme de ti.

Jugamos mucho, me diste muchas alegrías, comimos juntos, reímos juntos e incluso lo que muchos no saben es que cuando te traía en mi regazo aquella noche fresca de setiembre, al acariciar tu cabeza pude sentir tu miedo. Acababas de despedirte de tu mamá y sentía como en ese pequeño instante yo era tu único amigo y lo cierto es que tu también lo fuiste, porque dentro de mi solitaria vida siempre estuviste a mi lado para animarme, al menos en todos los años subsiguientes a tu llegada, sentí de alguna forma extraña, que no necesitaba ser perfecto para otros, que no me juzgabas como lo hacían los demás niños. Gracias por hacerme sentir que era especial para ti.

Me parece increíble cuántos años viviste en nuestra familia, 14 años resguardandonos, fuiste un gran protector canino y creo que ahora con tu reciente partida te mereces estas largas vacaciones. Espero que donde estés haya mucha comida de la que te gusta, mucha sandía y frutas, mucho helado y espero que alguien use un espejo para reflejar la luz del sol, cosa te encantaba perseguir. Pequeños rayitos de felicidad instantánea que te desquiciaban por momentos.

Lamento mucho no acariciarte lo suficiente, lamento mucho no haber pasado mucho mas tiempo contigo desde que inicie la universidad y lamento contarte mis cosas muchas veces sin tener en cuenta que tu también podrías haber estado viviendo algunos dramas de los que en la semana no me enteraba. Te agradezco todo lo que hiciste por mi y creo que no te lo dije pero fue muy divertido dormir contigo en el suelo los primeros días en que llegaste a mi vida, aunque me haya quejado, de verdad lo disfrute bastante.

Espero que así como supiste proteger mi hogar, sepas seguir protegiéndonos desde donde estés. Espero que siempre mantengas tus hermosas cejas doradas, o como le decíamos, tus lentes. Muchas gracias por todo, y en algún momento espero, volver a encontrarme contigo, Locky...